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Según los datos recogidos por la Asociación Mundial del Acero (World Steel Association), el sector de la siderurgia inicia el año registrando una importante caída de la producción de acero.

Tras analizar la actividad comercial de diversas acerías procedentes de un total de 66 países, Worldsteel apunta que la producción mundial ha sido de 128 millones de toneladas durante el mes de enero, una cifra que se traduce en un descenso del 7’1% si lo comparamos con el volumen producido en el mismo periodo del año pasado.

Una de las caídas más notorias atañe a la producción española, la cual alcanzó un volumen de 1,2 millones de toneladas, o sea un 9,5% menos respecto a Enero de 2015. Esta tendencia también se ha registrado en países como Alemania (3,6 Mt, -2%), Italia (1,8 Mt, -5,3%), Japón (8,8 Mt, -2,8%), India (7,4 Mt, -1,2%), Corea del Sur (5,7 Mt, -4,5%), Rusia (5,6 Mt, -10,6%) o Ucrania (1,9 Mt, -3,6%).

El único país que se sale de la tendencia es Turquía, cuya producción de acero en el mes de enero se ha saldado con un total de 2,6 Mt, lo que supone un aumento del 0,8%.

Cabe destacar, a sabiendas de la polémica guerra abierta entre las acerías europeas y China, la caída experimentada por el mayor productor de acero del mundo, donde se ha registrado un descenso en la producción del 7,8% en el mes de enero de 2016; el volumen del acero surgido del gigante asiático (63,2 millones de toneladas), no obstante, sigue estando a años luz de los demás países.

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¿Beneficia la caída de la producción de acero en China a la siderurgia europea?

A priori podría parecer un dato positivo para las acerías del resto de países, si bien el descenso podría incluso empeorar aún más su ya de por sí maltrecha situación. Cabe tener en cuenta que el Gobierno de Hebai aseguró que recortaría la producción de acero mediante la prohibición de la puesta en marcha de proyectos de construcción nuevos en China, una medida que, al final, obligaría a las empresas metalúrgicas chinas a desviar los excedentes de acero al resto del mundo, haciéndolo, además, a unos precios subsidiados y con los que nadie puede competir.

La producción masiva de China sigue representando un problema para el resto de países. Sólo hace falta echar la vista atrás para percatarse de la increíble ascensión del país asiático. En el año 2000, por ejemplo, China era responsable del 3% de la producción mundial mientras que, en la actualidad, y a pesar del descenso experimentado en los últimos meses, el país sigue siendo artífice de más del 60% de la producción de acero total.

Vía | Metales y Metalurgía, World Steel Association, El País

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