Una de las herramientas que más ha llamado la atención en la última edición de la Fira Construmat, celebrada en Barcelona esta misma semana, ha sido el Building Information Modeling (BIM), un recurso capaz ofrecer una simulación de los procesos constructivos antes de llevarlos a cabo en la realidad.

En la era 2.0 en la que vivimos, con la tecnología brindándonos un sinfín de herramientas y oportunidades de mejora, la virtualización del diseño es un tema que cada vez despierta más la atención entre ingenieros, arquitectos y otros actores que intervienen en los procesos de construcción. Y si bien la impresión en 3D sigue ofreciendo innovaciones en el sector, la realidad aumentada parece estar abriéndose camino a pasos agigantados.

Cabe destacar la capacidad del BIM a la hora conjugar todo el proceso constructivo en su conjunto; esto es, facilitar la comunicación entre las diversas áreas que intervienen en un proyecto, lo que incluye a arquitectos, ingenieros, constructores y gestores.

Gracias a esta herramienta los diferentes equipos que participan en un proceso pueden intercambiar información y datos de manera más sencilla y visual, aumentando la productividad y mejorando la calidad del resultado final; desde representaciones virtuales de todas las fases de la construcción hasta la simulación del rendimiento de la edificación en la vida real.

Cada vez son más los profesionales del sector que abogan fervientemente por el uso de ésta y otras tecnologías similares.

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