'; the_title(); echo ''; } ?>

Reconvertido en un espacio de sinergia entre arte, cultura y comercio, el SteelStacks Campus se concibe como un complejo de estructuras de acero que supone en sí mismo un homenaje al propio acero. Si bien los logros arquitectónicos no han sido pasados por alto -el diseño del proyecto fue galardonado con un Premio ULI Global de Excelencia, entre otros-, el elemento más aplaudido de la propuesta es precisamente su rasgo histórico y simbólico: se ubica en la antigua planta de la Bethlehem Steel Corporation, la que fuera una de las empresas metalúrgicas pioneras en Estados Unidos en el siglo pasado, considerada también la segunda mayor productora de acero.

Situado en el antiguo distrito industrial de Bethlehem, Pensilvania, el proyecto ha querido conservar cinco altos hornos que se mantuvieron en pie en la zona. Para concebir el nuevo centro de arte y entretenimiento, hizo falta unir todas las metnes del equipo de diseño, arquitectos, paisajistas y urbanistas integrado por Wallace Roberts & Todd (WRT), encargados de desarrollar la obra. “Ha sido el resultado de un esfuerzo integrado, del sacrificio no sólo de los principales planificadores de WRT sino también de un gran número de socios que nos ayudaron a transformar los altos hornos apagados en un nuevo motor económico y cultural para la ciudad de Bethlehem”, declaró Antonio Fiol-Silva (director de WRT) sobre el proyecto.

Se trata de un complejo de 9,5 hectáreas que ha transformado el corazón de una antigua fábrica de acero en uno de los principales destinos turísticos y culturales de la ciudad y de los alrededores. Un homenaje al acero en sí mismo que queríamos recoger en nuestro blog.

 

Más información

WRT Design
Urban Land Institute

Enviar una respuesta